¿Cuáles serían las principales barreras de acceso a crédito para las mujeres emprendedoras?
Con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF), la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria (SEPS) hizo un estudio que nos permitió entender qué es lo que está pasando con las barreras de acceso a crédito para las mujeres, hay distintos elementos, es un tema multidimensional, está el tema cultural, la prevalencia del hombre relacionada a la gestión económica del hogar, hay mujeres que ven barreras para acercarse al intermediario financiero formal. Barreras que de forma contradictoria no ven al acercarse a los intermediarios financieros informales.
¿El contexto social es determinante para que una mujer decida ser sujeto de crédito?
Hay mujeres que aseguran no pedir crédito para su emprendimiento por el miedo de que sus hijos y sus maridos piensen que están descuidando el hogar. La inclusión financiera de la mujer debe ir paleando estas taras.
¿De qué modo las organizaciones del sector financiero popular y solidario pueden contribuir para alentar a las emprendedoras a solicitar créditos?
Entendiendo cómo estructurar productos y servicios financieros para mujeres. Este es un tema integral y estructural que nos permite entender la necesidad real de la mujer que quiere acceder al crédito o que busca ahorrar en la cooperativa; y que desde esa lógica se cree un producto o servicio financiero amigable que le abra las puertas de la cooperativa a esa mujer que ya es socia.
¿Qué normativa trabaja la SEPS para fortalecer la participación de las mujeres en el sector popular y solidario?
La SEPS emitió la norma de protección de derechos de los usuarios de servicios financieros para la inclusión con perspectiva de género. Esta tiene elementos estratégicos para que las instituciones del sector popular y solidario generen indicadores específicos que nos permitirán hacer un análisis adecuado de la participación de las mujeres en esas organizaciones.
La participación de las mujeres en los órganos de administración de las cooperativas de ahorro y crédito.
Y por otro lado tenemos la normativa de educación financiera que es un elemento atado a la inclusión y genera datos e indicadores de qué se está realizando para este fin.
En esta integralidad, la educación financiera es fundamental para que las mujeres que solicitan un crédito puedan administrarlo correctamente.
La gestión multidisciplinaria empodera a la mujer para gestionar adecuadamente la administración de un crédito. La educación financiera es un elemento indispensable porque lo uno no va a funcionar ni adecuada ni articuladamente sin lo otro y no queremos darle un crédito a una mujer para que fracase y falle. Si esto sucede podría generarle más reticencia a acercarse a un intermediario financiero. Queremos que la entidad tenga en la mujer socia, una aliada.